Que el sol es clave para el sostenimiento de la vida no lo duda nadie.
Pero además podemos usar sus efectos en pro de la humanidad.
Todo gracias a ingenios de mentes pensantes.
Esto se favorece cuando los dueños de esas mentes pasan por una vivencia traumática y hacen suyo el dicho de: «No hay mal que por bien no venga»
Eso es lo que le ha ocurrido a Martin Wesian, un ingeniero que padeció cólera durante su viaje a Venezuela y que tras ello hace unos 3 años, desarrolló la idea de un mecanismo que midiera la intensidad de la luz ultravioleta para establecer el tiempo que tarda la desinfección del agua, o lo que es lo mismo, asegurarse de la eficacia del método SODIS (desinfección del agua mediante la exposición a rayos solares), método reconocido desde hace tiempo por la OMS (Organización Mundial de la
Salud).
Esta idea, bautizada con el nombre de WADI (Water Disinfection) será comercializada por la empresa austriaca Helioz, es un producto, con una vida estimada de 5 años (el panel solar sería la única parte con vida limitada), que avisa cuando el agua ya esta lista para beber mediante la aparición de un smiley (carita sonriente) pero no serviría en contaminación química o por metales.
Los países de destino serían tanto los que se encuentran en escasez de agua potable (Uganda, Ghana…), siendo su precio de distribución desde gratuita con donaciones hasta 12-15$, como Europa, para actividades en la naturaleza con un precio de 65$.
Una idea genial, útil y necesaria que, creo yo, debería distribuir la propia OMS, totalmente libre de cargos, a esos países.
Será por impuestos..